(FRÁGIL) FRAGILE
Tú puedes lograrlo. ¡Todo es posible! ¡Alcanza tus sueños! ¡No hay límites! ¡Cree en ti mismo! ¡El futuro está en tus manos! ¡Toma la solución a todos tus problemas!
Frases como estas son recurrentes en avisos publicitarios de todo tipo. No importa si es una bebida, una marca de ropa, el auto último modelo, el crédito del banco, el slogan universitario, el centro comercial o lo nuevo en tecnología. Todos se interesan en ti y te tienen noticias: ¡Tú puedes!
¿Alguien podría resistirse a semejantes declaraciones?
Lo curioso es que frases muy parecidas abundan también en predicadores de templos, evangelistas de la televisión, cantantes religiosos, páginas cristianas en la web, redes sociales, etc.
Y no hablo sólo dela teología de la prosperidad. Se trata de un discurso que se introduce transversalmente.
Un bien intencionado Jesús emerge como coaching motivacional y convincente promotor que te dice lo que quieres escuchar: ¡Tú puedes lograr todo!
¿Alguien podría resistirse a semejantes declaraciones?
No te imaginas lo tentado que me sentí de publicar un hermoso discurso motivacional en esta página. Era una oportunidad a escala mundial de atención. Sólo tenía que mesclar varias de estas ideas, una que otra frase de película, alguna de las tantas citas motivacionales que circulan en la web y compartir los textos bíblicos suficientes para reafirmar las ideas (Que por cierto los hay!!). Estuve a punto de presentarte a Jesús, el coaching.
Pero no pude ignorar algo,…algo llamado vida.
Porque en ella me encontré con personas que no lo lograron. Me encontré con personas que no pudieron. Me encontré con personas que no vencieron. Me encontré con personas que no fueron fuertes. Me encontré con personas que fracasaron y que no cumplieron todos sus sueños. Me encontré con personas sorprendidas con el dolor y la tragedia
Quise escribir sobre el Jesús que cumple todos tus deseos, sobre personas que siempre triunfan, que siempre están preparadas para todo, pero no pude.
Entonces Acudí al evangelio, en busca de un modelo. Y encontré en Jesús un discurso peligrosamente sincero y una vida peligrosamente consecuente que nos confronta a la ineludible realidad de la humanidad: Somos frágiles! Y él no lo ignora, no lo oculta ni lo disfraza.(Redescubre su historia leyendo los evangelios)
Jesús no nos engaña con publicidad barata. Jesús nos confronta a riesgo de que su mensaje no sea popular, pero nos dice algo muy necesario de escuchar con claridad: somos frágil, esta vida es frágil. Para quienes vivían en esa fragilidad día a día, no fue difícil de comprender. Pero para los poderosos, los acomodados y exitosos de la época, fue todo un trabajo.
Jesús dijo: Tu sistema de creencias es frágil, tu cuerpo es frágil, tus leyes son frágiles, tus estados de ánimo son frágiles, tus relaciones personales son frágiles, tus logros son frágiles, lo que crees que posees y tienes por seguro, es frágil. Lo que acumulas, es frágil. Hoy están, mañana no.
¿Cuál es entonces la buena nueva?
Dios no miró la fragilidad desde un imponente trono todopoderoso. Él se encarnó en fragilidad!
El reino de Dios se hizo real en la persona de Jesús. El reino de Dios decidió avanzar en medio de un mundo imperfecto y hacerse vida entre seres humanos frágiles.
Y a los frágiles les dio poder. Un nuevo poder. El verdadero Poder! El poder del amor, el real amor. El poder de la justicia, del servicio, de la humildad, de la misericordia, de la paz, de la gracia, …el poder del evangelio. Un poder que muchos rechazan, pero que cuando se usa, deja huellas eternas.
A veces es como caminar en el barro. Nos hundimos, nos cansamos, nos paralizamos. Entonces creemos estar derrotados y lo reconocemos: “No puedo más, esto me supera, soy demasiado frágil.”
Al instante sientes como alguien se mete al mismo barro y se para junto a ti. No escuchas una reprimenda, un sermón, una explicación teológica, un discurso doctrinal, una oferta publicitaria o un discurso motivacional. Simplemente alguien toca tu hombro y te dice: “Yo también”
“No será fácil, pero yo voy contigo. Conozco tu fragilidad. Me hice frágil por ti.
Caminemos juntos, el barro es denso, pero hay un nuevo poder en movimiento.”
Entonces miras con mayor atención y no eres el único caminando. Jesús está acompañando a muchos otros tan frágiles como tú que están decidiendo día a día caminar con él en medio de su fragilidad, impulsados por este nuevo poder que está en movimiento llamado reino de Dios.
Vuelves a mirar y entonces ves a muchos otros estancados en el barro y solos. Aunque estén acompañados. Y comprendes que a pesar de tu fragilidad, tú no estás sólo. Y ese nuevo poder no puede consumirse en ti. Hay una misión. Frágiles, con un nuevo poder. Frágiles, con una misión.
Ya no es necesario ocultar, ignorar o disfrazar nuestra fragilidad. Porque cuando somos débiles, entonces somos fuertes. Porque SU poder se perfecciona en NUESTRA debilidad.
Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.(Juan 16:33)
Francisco Pincheira Medina
Methodist Church of Chile